Troy Davis es el nombre del último condenado al que se le ha puesto fecha, este miércoles 21, con el agravante de un proceso judicial con fisuras.
Pero no está solo en este ominoso trance.
Por todo el país se suman voces críticas contra esta forma anacrónica de aplicar justicia.
También en Nueva York, aprovechando el altavoz de las protestas en torno a Wall Street.
A pesar de que la Policía no permitió el uso de megafonía, varios lemas contrarios a esta ejecución fueron difundidos por los congregados en la plaza.
Todos somos Troy Davis, de lo más coreado.
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