domingo, 18 de septiembre de 2011

Occupy Wall Street

Centenares de personas se concentraron este sábado en el corazón financiero de Manhattan.

La consigna, ocupar Wall Street, a imagen y semejanza de las revoluciones pacíficas que en los últimos meses se han desarrollado en otras ciudades del mundo para evidenciar lo que consideran vicios del sistema financiero actual y demandar una democracia real.

La movilización estaba convocada oficialmente de antemano, por lo que los accesos a la Bolsa de Nueva York estaban cortados y tomados por la Policía neoyorquina.


También el charging bull, la escultura icono de la pujanza económica del Downtown, permanecía vallada y vigilada por las fuerzas del orden.


Ello no disuadió a que muchos secundaran la iniciativa. No los 20.000 que se había propuesto la organización, pero sí en torno al millar, reunidos en el espacio abierto del Zuccotti Park.


Este parque acogió a lo largo de la jornada diferentes asambleas, que culminaron por la tarde en una única y multitudinaria.


Para hacer más llevaderas las horas, había reparto gratuito de comida (en el menú, fruta y bagels con crema de cacahuete).


Y sobre todo, lemas y pancartas.





Parte de los presentes decidieron además emprender una marcha en torno a Wall Street.





Fue también aquí cuando se vivieron algunos momentos de tensión, en el momento que parte de los manifestantes intentaron emprender una sentada cerca de una de las entradas a Wall St.


Pero la Policía tomó posiciones rápidamente...


...y les obligó a levantarse y continuar la marcha...


...entre gritos y proclamas.



Después de la protesta, tocó volver al parque, establecido como campamento base y donde unos cuantos estaban provistos de sacos de dormir y mantas para hacer noche. Algo que la Policía iba a permitir, siempre que no bloquearan la acera ni emplearan tiendas de campaña.

Ahora habrá que comprobar si se prolonga en el tiempo. Es algo que tienen que decidir hoy los acampados, que cuentan con el inconveniente de que los dueños de la plaza (sí, a pesar de ser de tránsito público resulta que es una propiedad privada) les dejan pernoctar sólo si no muestran ningún cartel ni pancarta, con lo cual no tendrían visibilidad los mensajes de la protesta.

Sea cual sea el desenlace, nadie les puede quitar ya la vivencia de una jornada histórica.

La ocupación de Wall St. ha comenzado.

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