Una cita con mucha raigambre, pues al parecer es la celebración religiosa al aire libre cuya presencia viene de más antiguo en esta ciudad: 85 ediciones ni más ni menos cumple este año.
El epicentro es la calle Mulberry, el corazón italiano de Manhattan, que se llena de puestos (principalmente de especialidades culinarias).
También hay alguna rareza freak...
...y la posibilidad, entre tanto movimiento humano y de culturas, de presenciar a la Policía local en acción.
Con su entrada posterior a esta misma calle, The Church of the Most Precious Blood es la iglesia que atrae a devotos y curiosos.
Aquí se rinde culto al santo, con la importada y curiosa tradición de pegar dólares a la base de la imagen.
El 19 de septiembre es el día grande de las fiestas, con misa mayor y posterior procesión, a la que pone banda sonora la pintoresca agrupación Red Mike.
Antes de procesionar es el turno de escuchar los himnos.
Primero, el del país de acogida...
...y acto seguido el italiano.
Y ahora sí, ya puede salir el santo y toda la comitiva.
Digno de El Padrino o Los Soprano.
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