lunes, 30 de mayo de 2011

Rockaway Beach

Este fin de semana ha sido el del estreno oficioso del verano en la ciudad, con lo que ir a la playa se antojaba un plan interesante.


Porque, aunque sea fácil olvidarlo entre tanto cemento y rascacielos, Nueva York también tiene playa. Incluso varias opciones.

Una de ellas es Rockaway Beach, hasta donde es posible llegar en metro (es el mismo trayecto que al aeropuerto JFK, sólo que unas pocas paradas más).

La parte final del recorrido es la más pintoresca, cuando el tren sale a superficie, atraviesa por mitad el agua y se pueden ver casas con embarcadero incorporado.




Una vez en el destino, no faltan las tiendas que ofrecen todo lo necesario para pasar un día en la playa como mandan los cánones.



Y, por fin, la arena y los bañistas...




Llama la atención la gran cantidad de vigilantes que hay. Sólo está permitido el baño en su horario de trabajo, de 10 a 18 horas, por la peligrosidad de las aguas (como reza el cartel traducido de forma algo extraña al español).




Demográficamente, en esta zona viven unas cien mil personas. Muchas de ellas jubilados, por la cantidad de residencias que se ven.

También tienen su iglesia...


Y un tipo con detector de metales recorriendo la arena cuando termina la jornada en busca de algún preciado botín...


No estuvo mal como anticipo al verano meteorológico. Y no está nada lejos, los Ramones tenían razón.

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