martes, 3 de mayo de 2011

Champions

Al principio resulta extraño ver partidos de la máxima rivalidad en torno a las tres de la tarde, recién comidos y con luz de día acompañando durante todo el transcurso de los mismos.

Pero es lo que toca por aquí.


De este último atracón de "Real Madrid-Barcelonas" he podido comprobar: 1) que los bares de Manhattan, al menos los de la Tercera Avenida por la zona del Midtown, los anuncian en sus pizarras de la calle y los televisan en su multitud de televisores de plasma de última generación; 2) que los españoles que hay por aquí son mayoritariamente del Madrid; 3) que los latinos son mayoritariamente del Barça y 4) que los estadounidenses intentan seguirlos y festejan los goles de uno u otro prácticamente por igual.

Por cierto, que el último de esta tanda tuvo como aliciente una rifa: por cada consumición de una conocida marca de cerveza española (¡?) te daban un número para el sorteo de una camiseta del equipo blaugrana.



Al final le tocó al americano tatuado de al lado, al que igual ni siquiera le gusta el fútbol.

Dita sea...

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