"Linsanity"

Siete victorias consecutivas llevan los New York Knicks desde la irrupción en el equipo del jugador del momento en la NBA: Jeremy Lin.

Su historia es digna de un guión de Hollywood: base con discretísimas estadísticas de juego el año pasado (primero de profesional) en los Golden State de San Francisco, pasa el verano a prueba con los Houston Rockets donde le descartan, llega de tapadillo a los Knicks para los que tampoco cuenta pero he aquí que ante la plaga de lesiones en el equipo deciden darle una oportunidad que no desaprovecha.

Si a ello se le suma su paso por la prestigiosa Universidad de Harvard (es licenciado en Económicas), sus antecedentes asiáticos tan exóticos para el baloncesto profesional de EEUU (es hijo de inmigrantes taiwaneses), un carácter humilde y muy religioso (profesa el Evangelismo) y anécdotas como que ha estado durmiendo en sofás de los apartamentos de su hermano y un compañero de equipo Lower East Side hasta hace muy poco tiempo, la historia tiene todos los componentes que tanto gustan por estas tierras.

De momento todos ganan: él como una de las sensaciones de la temporada; los aficionados de los Knicks que se han sacudido en unos pocos partidos varios años de penurias deportivas; los bares que aseguran que sus ventas han aumentado un 40 por ciento desde que Lin juega y las marcas de ropa deportiva que venden todo aquello que distribuyen con su nombre estampado.

Está claro, se ha desatado la "Linsanity".