martes, 28 de junio de 2011

East Village

Bohemia, personajes estrafalarios, nostalgia de los 70 y 80... todo ello se da cita en una de las zonas con más personalidad de Manhattan.

Una vuelta por sus alrededores es además un pequeño homenaje para los melómanos.

Por ejemplo, para peregrinar a lo que un día fue el CBGB, que cerró en 2006 y hoy alberga una boutique de moda.

Como mal menor, aún conserva en su interior partes de las paredes originales del mítico club de conciertos, repletas de los carteles y pintadas originales.



Fue el local que lanzó al estrellato a los Ramones.

Por eso la siguiente esquina está dedicada a su líder, Joey Ramone, desaparecido en 2001.



Una de las calles más animadas de la zona es St. Marks Place, con tiendas de ropa punk y gótica, tatuadores, souvenirs y restaurantes baratos.

Aquí se encuentran también dos edificios que han pasado a la historia inmortalizados en la portada del disco "Physical graffiti"de Led Zeppelin.




También salen en este ochentero videoclip de los Rolling Stones.

Siguiendo en línea recta hacia el este se llega a otro enclave imprescindible: Tompkins Sq. Park.



Asociado a cierta peligrosidad -sobre todo por ser reducto de drogadictos hace años-, este parque ha visto actuar también a artistas de la talla de Jimmy Hendrix.

Hoy en día alberga festivales de cultura alternativa, como el dedicado a los beatnicks hace unas pocas fechas.




Atravesando el parque se llega hasta la Avenida B, donde aguarda un último vestigio musical, en este caso ligado al jazz.

Se trata de la casa donde vivió el saxofonista Charlie Parker.



Como en el caso de Joey Ramone, también tiene su propia placa en el callejero neoyorquino.


Anualmente se le rinde tributo con un festival.

La próxima edición comenzará a finales de agosto.

domingo, 26 de junio de 2011

Union Square

Esta plaza es una de las intersecciones más utilizadas de Manhattan, tanto en superficie como bajo tierra a través de las numerosas líneas que pasan por su subsuelo.


Situada a la altura de la calle 14 e inaugurada en 1831, ha visto desfilar por los alrededores boutiques exclusivas, protestas sindicales, hippies setenteros o mercados agrícolas, como el que hoy en día aún subsiste en una de sus esquinas.


También se puede jugar al ajedrez, admirar sus estatuas (la ecuestre de George Washington que preside su lado principal u otra más escondida dedicada a Gandhi) o simplemente detenerse a observar el gentío.



Y para todas estas vistas, nada mejor que los almacenes situados justo enfrente.


Son un mirador gratuito y refrigerado para llevarse algunas de las mejores postales de la ciudad.

lunes, 20 de junio de 2011

Street Fairs

Hay mercadillos (o street fairs) fijos en el calendario y otros que aparecen puntualmente con el buen tiempo.

El de este domingo en la Séptima Avenida de Park Slope, en Brooklyn, entra en la segunda categoría.


Además de puestos llegados de fuera, muchos comercios y asociaciones de la zona sacaron sus productos y servicios a la calle.

Había comida de toda procedencia y tipo (grasas y repostería sobre todo, aunque también fruta para abastecer al público más sano)...




...juegos y atracciones...




...exhibición de coches antiguos...




o actuaciones musicales, como ésta que recogía fondos para patrocinar el coro de una iglesia (aquí en el momento latino del repertorio).


Y si alguno guarda rencor a su inmobiliaria, también tenía la oportunidad de poner en remojo a uno de sus agentes.


...con alguna trampa que otra.

viernes, 17 de junio de 2011

The Cloisters

Si hay un lugar dentro de Manhattan en el que abstraerse de la urbe y acercarse artísticamente a Europa puede que la respuesta esté aquí. En los Cloisters (o claustros).

Son una expansión del Museo Metropolitan ubicada en el extremo noroeste de la isla de Manhattan, en medio de una gran zona verde a orillas del río Hudson conocida como Fort Tyron Park.



Al llegar al emplazamiento, en vez de pisar suelo neoyorquino, lo que parece es avistar un paisaje más propio por ejemplo de la cornisa cantábrica.




Construido en los años 30 del siglo pasado, alberga partes de viejos monasterios españoles y franceses, además de frescos, tapices, cuadros y otros ornamentos del medievo europeo.


La posibilidad de disfrutar de este espacio se debe al cabeza de la familia Rockefeller , que donó la mayor parte de las piezas.

Como el ábside de una iglesia de Fuentidueña (Segovia), un fresco traído desde Lérida o incluso tumbas de nobles hispanos.



Y luego están los claustros que le dan nombre. Reproducen el espíritu de estos lugares de oración y meditación y cuentan también con muchas piezas arquitectónicas originales.




Los árboles y plantas aromáticas que cultivaban los monjes también intentan ser imitados.




Historia medieval en un país con menos de 250 años de existencia real.

Una curiosa combinación.

miércoles, 15 de junio de 2011

Museum Mile Festival

Este martes, de 6 de la tarde a 9 de la noche, varios museos neoyorquinos han abierto sus puertas de forma gratuita, programando actividades especiales para la ocasión.

Son los que se encuentran en lo que se conoce como Milla de los Museos, un tramo de la Quinta Avenida que abarca desde el Museo del Barrio (a la altura de la calle 104, en la zona hispana de Harlem) hasta el gigantesco Metropolitan (que abarca desde las calles 82 a la 86).



Entre medias había otros enclaves interesantes, como el Museo de la Ciudad...



... el Museo Judío...


... la mansión que alberga el Museo Nacional del Diseño "Cooper-Hewitt"...


... o el Museo Guggenheim.


Sin tráfico rodado, la calzada se convertía en improvisado lienzo para pintar con tizas de colores y tener a los niños entretenidos.




Otros se sumaban a la fiesta bailando...



O tocando, había actuaciones de lo más variopinto, dentro y fuera de los museos.






Esta última tenía algo de hipnótico, era difícil no dejarse atrapar por el soniquete.