Kevin Smith

El director de esa joya irreverente y generacional de los 90 que es "Clerks" fue protagonista de un encuentro a propósito de la promoción de su último libro en el que narra episodios autobiográficos.

Aunque ya no se prodigue tanto ni con el mismo acierto en el terreno cinematográfico, Kevin Smith ha dejado su impronta también en otros ámbitos como el mundo del cómic, Internet (con blog y podcast) o las presentaciones en público ante sus seguidores que lleva a cabo como si de un artista en gira se tratara.

Ataviado en una camiseta XXXL de los Edmonto Oilers, equipo canadiense de hockey sobre hielo, Smith dio rienda suelta a su incontenible verborrea y agudo sentido del humor durante más de hora y media.

Hubo historias sobre sus inicios, cuando sus padres hicieron el gran esfuerzo dada su modesta posición económica de prestarle 6.000 dólares para alquilar las cámaras con las que filmó su ópera prima; o sus recuerdos de sesiones de cine junto a su progenitor, poniendo como excusa en el colegio el fallecimiento de algún familiar lejano (desvelando además cuál fue la película que más le influyó entre tanto "Superman" e "Indiana Jones" vistos); otra confesión fue que en caso de realizar un biopic, el personaje elegido sería el poeta Thomas Moore; o que la mejor pieza de arte que ha visto en su vida ha sido, muy recientemente, el musical de los creadores de Southpark, The book of Mormon (en especial este número, cuyo estribillo recrea ahora en casa junto a su esposa e hija).

Tras la charla, los compradores del libro tuvieron la oportunidad de llevárselo autografiado a casa.