martes, 8 de mayo de 2012

An evening with Sara#2

“84 años os contemplan”. Es su carta de presentación después del cariñoso homenaje recibido en el campus de la Universidad de Cincinnati, donde acaban de proyectar dos de sus películas y debatir sobre cuestiones como su conversión en “icono gay” del mundo hispánico. 

“Ha sido fantastico”, confiesa Sara Montiel. Especialmente para alguien que empezó a leer "a los 21 años y eso es muy duro porque llegas tarde a todo”. Pero el difícil acceso a la cultura en la España rural de la época lo suplió con una vocación indomable (“he querido siempre ser cantante y estrella de cine y ‘cargarme’ a todos”), que le llevó a cruzar el Atlántico sin conocer a nadie para actuar, primero en México, y después en EEUU durante la década de los 50.

En este último país rodó “Veracruz”, “Serenata” y “Yuma” y conoció al star system de la época: Gary Cooper, Burt Lancaster, Joan Fontaine, James Dean (con quien se hizo la última fotografía antes del fatal accidente del actor), Marilyn Monroe o Anthony Mann, quien se convertiría a la postre en su primer marido. 

Por eso reivindica su mérito: ser la primera española en triunfar en Hollywood, adelantándose varias décadas a los que han venido después: "han tenido que pasar 50 años para que saliera un español a Hollywood, que fue Antonio Banderas, y después otros 5 o 6 para Penélope [Cruz], que lo ha hecho muy bien, es estupenda y me alegro muchísimo, pero han pasado años y no había salido nadie. Yo no era ‘súper’, pero un poco sí”.

De aquel tiempo guarda muchos recuerdos y anécdotas. Como los dos “percances” por los que a punto estuvo de ir a la cárcel. El primero cuando entró en una joyería de la Quinta Avenida para que le arreglaran una sortija y el personal sospechó que pudiera haberla robado. “No iba muy bien vestida, es la verdad”, se sincera al cabo de los años.

El segundo, en el restaurante Four Seasons de Nueva York, donde no dejaron entrar a su amiga, la cantante de jazz Billie Holiday, y ella protestó enérgicamente.



Pero además de relatar historias pasadas, Sara Montiel protagonizó una velada musical en el auditorio del Instituto Cervantes, colgando el sold out varios días antes. Fue un miniconcierto con éxitos como “Bésame mucho”...     



...“Fumando espero” (sí, sigue fumando como ella misma reconoce al abrir la canción)..., 


 ..y “El relicario”, apoteosis final con el público acompañando a las palmas.


Todo un mito que a la hora de subirse al escenario se olvida de la edad que pone en su DNI.

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