“84 años os contemplan”. Es su carta de
presentación después del cariñoso homenaje recibido en el campus de la
Universidad de Cincinnati, donde acaban de proyectar dos de sus películas y
debatir sobre cuestiones como su conversión en “icono gay” del mundo
hispánico.
Por eso reivindica su mérito: ser la primera
española en triunfar en Hollywood, adelantándose varias décadas a los que han
venido después: "han tenido que pasar 50 años para que saliera un español
a Hollywood, que fue Antonio Banderas, y después otros 5 o 6 para Penélope
[Cruz], que lo ha hecho muy bien, es estupenda y me alegro muchísimo, pero han
pasado años y no había salido nadie. Yo no era ‘súper’, pero un poco sí”.
“Ha sido fantastico”, confiesa Sara Montiel.
Especialmente para alguien que empezó a leer "a los 21 años y eso es muy
duro porque llegas tarde a todo”. Pero el difícil acceso a la cultura en la
España rural de la época lo suplió con una vocación indomable (“he querido
siempre ser cantante y estrella de cine y ‘cargarme’ a todos”), que le llevó a
cruzar el Atlántico sin conocer a nadie para actuar, primero en México, y
después en EEUU durante la década de los 50.
En este último país rodó “Veracruz”, “Serenata”
y “Yuma” y conoció al star
system de la época: Gary
Cooper, Burt Lancaster, Joan Fontaine, James Dean (con quien se hizo la última
fotografía antes del fatal
accidente del actor), Marilyn Monroe o Anthony Mann, quien se convertiría a la
postre en su primer marido.
De aquel tiempo guarda muchos recuerdos y
anécdotas. Como los dos “percances” por los que a punto estuvo de ir a la
cárcel. El primero cuando entró
en una joyería de la Quinta Avenida para que le arreglaran una sortija y el
personal sospechó que pudiera haberla robado. “No iba muy bien vestida, es la
verdad”, se sincera al cabo de los años.
El segundo, en el restaurante Four Seasons de Nueva York, donde no dejaron entrar
a su amiga, la cantante de jazz Billie Holiday, y
ella protestó enérgicamente.
Pero además de relatar historias pasadas,
Sara Montiel protagonizó una velada musical en el auditorio del Instituto
Cervantes, colgando el sold
out varios días antes.
Fue un miniconcierto con éxitos como “Bésame mucho”...
...“Fumando espero”
(sí, sigue fumando como ella misma reconoce al abrir la canción)...,
..y “El relicario”, apoteosis final
con el público acompañando a las palmas.
Todo un mito que a la hora de subirse al
escenario se olvida de la edad que pone en su DNI.
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