viernes, 18 de noviembre de 2011

Dutchess County

Rumbo norte, a dos horas en tren desde la neoyorquina Grand Central Station, se llega a (la mencionada en la entrada anterior) Poughkeepsie.

Además de última parada del trayecto es la ciudad más importante y puerta de entrada a lo que se conoce como Dutchess County.



Un condado muy verde y forestal, en la orilla este del río Hudson, al que también pertenece la villa de Millbrook, considerada una de las ciudades más ricas de todo el estado de Nueva York (Wikipedia dixit).

Su calle principal alberga un banco local, una tienda de antigüedades...


...y esta pequeña joya que no debe faltar en ningún pueblo americano que se precie como tal: un diner con solera.




No es lo más saludable a diario si uno le tiene aprecio a su circulación arterial, pero darse por una vez el capricho de un desayuno consistente en huevos (escalfados, revueltos, a la plancha, etc., según el gusto), salchichas, bacon, pancakes y café ilimitado en un lugar como éste, desde luego sabe a gloria.

Por tener, no le falta ni una gramola individual en la mesa con una selección de canciones tan añeja como el propio establecimiento (por cierto, ampliando la imagen además del track list hay un reflejo distorsionado del que suscribe).


Para deleite de los locales, este diner no es ejemplar único en la zona.

A unas pocas millas por carretera hay otro ejemplo.


Y si de hacer turismo alternativo o del misterio se trata, queda una última referencia de interés en Millbrook.

Esta antigua residencia femenina, abandonada desde hace tres décadas y con este tenebroso aspecto tan estupendo.



Ideal para cineastas en busca de localización para película-con-casa-encantada y aficionados en general al arte de captar psicofonías y/o ectoplasmas.

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