sábado, 26 de noviembre de 2011

Green-Wood Cemetery


Fundado en 1838, este cementerio inmerso en el corazón de Brooklyn está considerado uno de los más bellos e históricos de todos los EEUU.

Aquí, la entrada principal y sus monumentales puertas.




Hacia 1860, rivalizaba con las Cataratas del Niágara por ser la mayor atracción turística del país.

Por aquel entonces llegaba a reunir unos 500.000 visitantes al año.


Su gran popularidad y aceptación como lugar de esparcimiento inspiró la creación de los principales parques públicos de la ciudad como Central Park o el vecino Prospect Park.



Entre sus avenidas y senderos está repartida una de las más importantes colecciones al aire libre de escultura fúnebre y mausoleos de los siglos XIX y XX.








Aunque prima el canon clásico, también hay quien elige para su eterno descanso un estilo más faraónico.



Otro de los grandes atractivos del Green-Wood Cemetery es la interesante lista de personajes célebres que yacen en él, entre otros:

- el inventor del telégrafo, Samuel Morse.



- el influyente político durante los albores de la ciudad, William "Boss" Tweed (cuyas andanzas quedan retratadas en la película Gangs of New York).


- la actriz y testigo del asesinato de Abraham Lincoln, Laura Keene.


- el creador de la gama de lámparas decorativas que llevan su nombre Louis Comfort Tiffany.


- el legendario compositor de bandas sonoras Leonard Bernstein (y su modesta lápida).


- o el artista del grafiti y sus derivados Jean-Michel Basquiat.


Antes de ser camposanto, estos terrenos fueron campo de batalla durante la Guerra de Independencia americana.

En 1776 se desarrolló aquí la Batalla de Brooklyn.


Por ello este conjunto monumental homenajea a los caídos en la contienda.


Este montículo era el punto geográfico natural más alto de Brooklyn, desde donde se oteaba en el horizonte la llegada de los navíos ingleses.


Más de dos siglos después las vistas siguen siendo privilegiadas, aunque ahora sobresalen los rascacielos de Manhattan.


Para ellos, las prisas y el estrés.

En Green-Wood prefieren esperar con calma, porque al final todo llega.

jueves, 24 de noviembre de 2011

viernes, 18 de noviembre de 2011

Dutchess County

Rumbo norte, a dos horas en tren desde la neoyorquina Grand Central Station, se llega a (la mencionada en la entrada anterior) Poughkeepsie.

Además de última parada del trayecto es la ciudad más importante y puerta de entrada a lo que se conoce como Dutchess County.



Un condado muy verde y forestal, en la orilla este del río Hudson, al que también pertenece la villa de Millbrook, considerada una de las ciudades más ricas de todo el estado de Nueva York (Wikipedia dixit).

Su calle principal alberga un banco local, una tienda de antigüedades...


...y esta pequeña joya que no debe faltar en ningún pueblo americano que se precie como tal: un diner con solera.




No es lo más saludable a diario si uno le tiene aprecio a su circulación arterial, pero darse por una vez el capricho de un desayuno consistente en huevos (escalfados, revueltos, a la plancha, etc., según el gusto), salchichas, bacon, pancakes y café ilimitado en un lugar como éste, desde luego sabe a gloria.

Por tener, no le falta ni una gramola individual en la mesa con una selección de canciones tan añeja como el propio establecimiento (por cierto, ampliando la imagen además del track list hay un reflejo distorsionado del que suscribe).


Para deleite de los locales, este diner no es ejemplar único en la zona.

A unas pocas millas por carretera hay otro ejemplo.


Y si de hacer turismo alternativo o del misterio se trata, queda una última referencia de interés en Millbrook.

Esta antigua residencia femenina, abandonada desde hace tres décadas y con este tenebroso aspecto tan estupendo.



Ideal para cineastas en busca de localización para película-con-casa-encantada y aficionados en general al arte de captar psicofonías y/o ectoplasmas.

Poughkeepsie

"Have you ever been in Poughkeepsie?" le pregunta el agente policial encarnado por Gene Hackman en The French Connection a un delincuente de medio pelo.


Yo sí, señor Hackman.

martes, 15 de noviembre de 2011

Unoccupied Wall Street

Cuando el movimiento Occupy Wall Street estaba a punto de cumplir dos meses de permanencia en Zuccotti Park, la Policía neoyorquina ha obligado a los acampados a desmantelar contra su voluntad el epicentro de la protesta.



El desalojo se ha producido de madrugada para después borrar todo rastro de las tiendas de campaña y demás enseres que poblaban la plaza.

El entorno ha sido vallado, ofreciendo una imagen insólitamente vacía con respecto a lo que ha sido durante los últimos 60 días.





Lejos de abandonar el que ha sido su centro de operaciones, los hasta ahora acampados han permanecido en torno a la plaza, apoyados por numerosos simpatizantes.




La medida de acordonar la plaza es transitoria.


Pero lo que no se va a permitir, por mandato judicial, es la utilización de tiendas de campaña para pasar las noches en la zona. La protesta tiene muy difícil continuar, con el crudo invierno a la vuelta de la esquina.