jueves, 7 de junio de 2012

Space Program Mars

Además de transbordadores espaciales que buscan dónde dar con sus chapas y tuercas, actualmente esta ciudad tiene otro foco de interés para los aficionados a la conquista del espacio.

Se trata de la exposición "Space Program Mars", del artista neoyorquino Tom Sachs.


No es una muestra al uso. De hecho, desconcierta a más de uno (como a la señora de unos cincuenta años que confesaba no tener ni idea de lo que estaba viendo y que lo que de verdad merecía la pena allí era admirar los techos y decoración de algunas salas del edificio que lo alberga, el vetusto e inmenso Park Avenue Armory).

Y es que el reto de sacar conclusiones clarividentes sobre esta instalación es complicado. Todo obedece al particular universo de Sachs, que ha decidido en esta ocasión combinar piezas de la carrera espacial (como cápsulas de aterrizaje y vehículos de exploración), con iconografía de la cultura contemporánea (hay varias referencias a "Star Wars"), experimentos de laboratorio y unas cuantas dosis de absurdidad, apelando además con todo ello a la complicidad e interactividad de los visitantes.

Así luce esta amalgama cuando uno entra.



La recomendación es iniciar el recorrido por la sala de "adoctrinamiento", donde asignan misiones y cometidos para realizar (y de paso arrojan un poco más de luz -u oscuridad, según el caso- sobre el propósito de todo esto).


A partir de ahí uno se va topando con simulacros de excavaciones sobre otros planetas...



...caravanas equipadas para rodar por suelos extraterrestres...


...plantas que crecen en atmósferas adversas...



...máquinas dispensadoras de cacahuetes...


...y hasta una carcasa de Darth Vader transformada en refrigerador de cervezas.


Todo ello es observado al detalle desde el puesto de mando, gracias a las minicámaras repartidas por el recinto.



Para terminar, antes de volver a pisar de nuevo la civilización terráquea, la puerta de salida cumple los cánones del estilo "2001, Una Odisea del Espacio".


Ni que Michel Gondry y Stanley Kubrick hubieran asesorado esta peculiar exposición.

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