Coincidiendo en el calendario con Labor Day las comparsas caribeñas han tomado las calles con la intención de reproducir el paraíso tropical en el asfalto neoyorquino.
El desfile principal ha estado precedido por el de las agrupaciones infantiles.
La chavalería ha bailado al ritmo que las canciones que brotaban de cabinas móviles de Dj's que tan pronto arengaban a corear estribillos pegadizos como recordaban las normas para cruzar la avenida principal por la que transcurría el itinerario.
El desfile de los mayores ya es otra cosa.
Para empezar, todo está más institucionalizado y las autoridades hacen acto de presencia.
Como el gobernador de NY, Andrew Cuomo, acompañado este año por el "rey del Calipso" Harry Belafonte.
Pero mi favorito es el presidente del borough de Brooklyn, Marty Markovitz. Micrófono en mano se le ve actualizando datos sobre el desfile, haciendo chistes y riéndoselos el mismo, todo en uno.
Por cierto que hablando de política, se nota que las elecciones presidenciales están a la vuelta de la esquina... y que en este estado tienen claro a quién apoyar.
La Policía de Nueva York también es protagonista del desfile y no sólo por la masiva presencia de agentes.
Por lo demás, este día está pensado también para satisfacer necesidades más básicas como llenar el estómago con variedades de comida caribeña, preparada en puestos callejeros y barbacoas improvisadas.
Bon appétit!
