Cualquier pendiente es buena para tirarse en trineo.
Y las ardillas se adaptan a la climatología imperante.
Un hito del parque como el rincón dedicado a John Lennon también luce blanco.
Cerca de este punto, uno de los lagos del parque se ha transformado en pista natural de hielo.
Aunque no es recomendable aventurarse por la capa helada.
Salvo en el caso de pertenecer a una familia de aves palmípedas, claro.
